Identificados los riesgos podemos proponer los sistemas de control que minimizarán la probabilidad de ocurrencia de siniestros, a través de programas especializados de prevención.
Cuando las empresas administran sus riesgos, la probabilidad que detengan sus actividades disminuye considerablemente. Esto origina una mayor productividad y como consecuencia el valor de la empresa se incrementa.
Al trabajar, prevenir y asumir los riesgos podemos saber qué esperar en caso ocurra un siniestro, lo cual es muy diferente a recibir un impacto inadvertido.